En esta instalación, se reproducen esculturas y simbolismos de culturas del Horizonte Temprano, tales como la Chavín, Nazca y la Moche, que hacen referencia al ritual ancestral de ingesta del cactus alucinógeno Achuma, rebautizado como “San Pedro” durante la colonia española. Se dice que el nombre se debe a que el cactus “abre las puertas del cielo”, y en la tradición cristiana dicho santo posee la llave.

Arena que se esparce desde el centro hacia los muros, formando patrones geométricos estarcidos sobre el piso, que repiten los ornamentos de un conjunto de objetos que emergen desde un montículo central. Se plantea una instalación en que las personas deben tomar la decisión de caminar sobre la arena para recorrerla, pudiendo dejar huellas y modificarla.